Jueves de Corpus

Corresponde a la celebración litúrgica donde se celebra el cuerpo y la sangre de Cristo. Designado por la Santa Sede en Jueves por ser el día en que Jesucristo realizara su última cena y la institución de la Sagrada Eucaristía con sus discípulos. Esta celebración es de gran importancia para la iglesia católica.

En la ciudad, aqui en Oaxaca, desde muy temprano se instalan en las principales calles y en las afueras de los templos, puestos con grandes cantidades de ricas empanadas de Corpus rellenas de lechecilla, coco y piña; típicas del Jueves del Corpus. Ha sido costumbre la celebración de esta festividad en algunos templos erigiendo un altar similar al de Jueves Santo y 7 altares más dentro del templo, el atrio o el barrio, en desagravio por los 7 lugares en los que fue ultrajado Jesucristo antes de su pasión.

Por otro lado, ya saben que les mando un saludo a todas aquellas mulas que conozco, jejeje, claro que me acordé de ustedes en este su día.

La tradición de celebrar el Jueves de Corpus o día de las mulas, como es conocida en algunas regiones del país, fue introducida en México por los evangelizadores europeos, algunas versiones aseguran que desde 1529 ya se efectuaba dicha solemnidad.

Artesanos y comerciantes venían de diversos pueblos de México y traían su mercadería en el lomo de las mulas, en huacales o costales de yute, lo que explica la aparición de estos juguetes, “las mulitas”, hechos con hojas de maíz secas y patas elaboradas con varitas de campo.

Dicho esto, procedo a chingarme la empanadita rellena de piña que me obsequiaron...y claro, su respectivo café.