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En un principio, el niño no sentía dolor, sino sólo un zumbido molesto, según le contó a su madre. Con el correr de los días, la molestia se incrementó y la sorpresa del médico fue mayúscula al descubrir lo que había en su interior
Dos pequeñas arañas, una viva y otra muerta, fueron encontradas en el oído de un niño que acudió al médico aquejado de un fuerte dolor, informó este lunes el diario "Democrat-Herald " de Albany, Oregón, en los EEUU.
Según el diario, Jesse Courtney, de nueve años, contó a su madre el pasado 22 de abril que escuchaba un continuo zumbido en sus oídos, "como el que hacen los rice krispies (cereales de arroz al echarles un líquido)" y que le producía incomodidad, aunque no dolor.
Sin embargo, tres días después, la molestia se tornó en dolor y Diane Courtney, madre del niño, lo llevó al pediatra para descubrir el origen de su molestia.
"Parecía que había algo en el interior de su oído. No podíamos identificarlo, así que procedimos a irrigarle el oído y dos arañas salieron de él", añadió el doctor David Irvine a la prensa local.
Courtney explicó que al principio sólo se encontró una. La segunda, que seguía viva, se negaba a abandonar su nueva vivienda y hubo que animarla a salir con una segunda irrigación.
Al parecer, el menor olvidó pronto sus dolores y pidió a la enfermera que le proporcionara un envase de plástico con alcohol en el que pudiera conservar como recuerdo a sus dos inquilinos, que tenían un tamaño similar al de la goma de borrar de un lapicero.
No es el único caso que se conoce de estas característica. El diario británico Star of Mysore publicaba hace un año una noticia sobre una araña que había anidado en el oído de una mujer durante cerca de un mes.
Dos pequeñas arañas, una viva y otra muerta, fueron encontradas en el oído de un niño que acudió al médico aquejado de un fuerte dolor, informó este lunes el diario "Democrat-Herald " de Albany, Oregón, en los EEUU.
Según el diario, Jesse Courtney, de nueve años, contó a su madre el pasado 22 de abril que escuchaba un continuo zumbido en sus oídos, "como el que hacen los rice krispies (cereales de arroz al echarles un líquido)" y que le producía incomodidad, aunque no dolor.
Sin embargo, tres días después, la molestia se tornó en dolor y Diane Courtney, madre del niño, lo llevó al pediatra para descubrir el origen de su molestia.
"Parecía que había algo en el interior de su oído. No podíamos identificarlo, así que procedimos a irrigarle el oído y dos arañas salieron de él", añadió el doctor David Irvine a la prensa local.
Courtney explicó que al principio sólo se encontró una. La segunda, que seguía viva, se negaba a abandonar su nueva vivienda y hubo que animarla a salir con una segunda irrigación.
Al parecer, el menor olvidó pronto sus dolores y pidió a la enfermera que le proporcionara un envase de plástico con alcohol en el que pudiera conservar como recuerdo a sus dos inquilinos, que tenían un tamaño similar al de la goma de borrar de un lapicero.
No es el único caso que se conoce de estas característica. El diario británico Star of Mysore publicaba hace un año una noticia sobre una araña que había anidado en el oído de una mujer durante cerca de un mes.
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