La frase del día

El que no durara para siempre, eso no significa... que no valió la pena.

martes, 31 de agosto de 2010

Tuailaison® - Animas de iglesia

El fin de semana tuve la oportunidad de charlar con don Julio, un señor de 84 años, una excelente persona y mejor ser humano. Sin querer llegamos al tema que tanto me apasiona, les dejo el relato:

Cuando tenía unos 24 o 25 años, fui invitado a tocar la marimba junto a unos amigos, un día nos contrataron para amenizar las fiestas de Todos Santos, por lo que el 31 de octubre nos movimos a cumplir dicho compromiso en Santa María, un poblado cercano. Al terminar, serían cerca de la tres de la mañana del día 1º de noviembre, una de las personas que nos había contratado nos invitó a ir a tomar unas cervezas, valga comentar que yo no nunca he tomado bebidas alcohólicas.

Llegamos a una pequeña enrramada frente a la iglesia, donde había otra persona, al preguntarles que porque estaban ahi, nos comentaron que tenían la encomienda de tocar las campanas de esa iglesia a cada media hora. Nos explicaron que se debía a que si no lo hacían, las ánimas dentro de la iglesia saldrían. Esto a mi me pareció más una superstición que otra cosa, por lo que entramos en una discusión entre quienes creian y los que no. Cerca de las 5 de esa madrugada, decidí comprobar aquello que decían, asi que me acerqué a la puerta de aquella iglesia, acompañado por una de las personas que se dedicaban a tocar la campana de la misma.

Asi pues, nos acercamos a la iglesia y te juro que en ese momento oí ruidos adentro, se podían oir pasos, como se movian las bancas; estaba más que claro que no podría haber gente dentro de la iglesia a esa hora. En ese momento se oyó el canto de un gallo y adentro pude oir claramente a un hombre gritar:

- vámonos, es hora irnos !!

En ese momento un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, y oi perfectamente a niños diciendo:

- mami, mami...ya es hora de mi café ??
- que ya nos vamos, que ya nos vamos ??
- mi café, quiero mi café !!

Te juro que yo no podía creer lo que estaba oyendo adentro, a los pocos segundos todo quedó en silencio. Nos regresamos con los demás, contándoles todo lo que yo habia oido, por lo que en cuanto amaneció y el sacristán abrió la iglesia, entramos intrigados comprobando que todo estaba en silencio y sin rastros de que alguien hubiera estado ahí.

La gente con la poco después estuvimos charlando, me confirmò que efectivamente eso y más pasaba en aquella iglesia, y que por ello se tocaban las campanas a cada media hora, para evitar que esas ánimas salieran de la iglesia.

Don Julio me contó más experiencias que le sucedieron, pero se las contaré en los siguientes Tuailaison®.

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